TODO ACERCA DE OFRENDAR

Todo acerca de ofrendar

Todo acerca de ofrendar

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Ansí me acaece que, cuando en la vida de los santos leemos que convirtieron almas, mucha más devoción me hace y más ternura y más envidia que todos los martirios que padecen (por ser esta la inclinación que Todopoderoso me ha cubo), pareciéndome que precia más un alma que por nuestra industria y oración la apetitósemos mediante su misericordia, que todos los servicios que le podamos hacer (SANTA TERESA, Fundaciones, 1, 7).

De esta suerte, nos esforzamos inútilmente en excusar nuestra negligencia. Y en punto de atribuir la agitación que nos aqueja a nuestra impaciencia, pretendemos inquirir la causa en la imperfección de nuestros hermanos.

La unidad de misión y de sacerdocio exigen que el presbítero no se sienta una «estancia suelta», sino que experimente vitalmente una peculiar comunión con todos los demás miembros del Pueblo de Alá llamados a participar de esa misma tarea (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, pp. 46-47).

El manejo de las finanzas es una de las áreas que crea más tensión entre las familias y las amistades. ¡Gracias a Altísimo que en la Nuevo testamento encontramos consejos.

El Nuevo Testamento no enfatiza el diezmo, pero sí deje sobre la importancia de ofrendar con regularidad parte de los medios que Altísimo nos provee. Por eso, cada cristiano debe lanzarse delante de Alá la cantidad que ofrendará o si alcanzará el diezmo.

Individuo debe comprender que en esos díFigura no había un programa denominacional de retiro (antaño llamado “plan de sustentación”) ni siquiera una pensión para retirados de parte del estado (que en Estados Unidos se llama “Social Security”). El plan de jubilación de la iglesia se encontraba a seis abriles en el futuro (y el “Seguro Social” a 30 abriles) cuando en 1905 Elena de White escribió esa carta a George F. Watson. Si alguien solicita nuestros diezmos para que sean utilizados fuera de los canales regulares de la iglesia creo que deberíamos preguntarnos: a. ¿Les ha pedido Jehová directamente (como lo hizo con Elena de White) que recojan los diezmos y los utilicen de acuerdo a su propio criterio? b. ¿Existe ahora la misma situación que hizo necesaria la punto distinto de Elena White a cortesía de ministros desamparados? c. Si la situación de hogaño es la misma que en 1905, ¿se pusieron ellos en contacto con los oficiales de la iglesia como lo hizo Elena White para hacerles conocer esas deyección?

La ofrenda es una oportunidad para demostrar nuestro aprecio y compromiso con Dios, esperar en su provisión y participar en su obra en el mundo.

De guisa casi sin precedentes, Alá desafía a su pueblo a probarlo. El diezmo es siempre una prueba de Confianza. Es lo suficientemente sobresaliente como para causar dolor, y nos obliga a entregarse en manos en que Altísimo proveerá.

El aprecio puntada por sí solo, satisface por sí solo y por causa de sí. Su mérito y su premio se identifican con él mismo. El bienquerencia no requiere otro motivo fuera de él mismo, ni ni ningún provecho; su fruto consiste en su misma práctica.

La Sagrada escritura dice que Jehová desea que ofrendemos con alegría y dadivosidad siguiendo su propio ejemplo. Alá da a todos «desinteresadamente sin menospreciar a nadie».

Diezmo y Ofrenda: Descubre en esta reflexión bíblica la importancia del diezmo y la ofrenda como una forma de find more info adorar a Jehová y contribuir a su obra en la tierra.

El diezmo es una actos basada en la condición del Antiguo Testamento. Los israelitas tenían la obligación de ofrendar el 10% de sus cosechas y ganancias para contribuir con el sustento del templo. El diezmo se usaba aún para sostener a los levitas (sacerdotes) y para ayudar a los necesitados.

Nuestros enemigos se hacen mal a sí mismos y nos prestan a nosotros un servicio, luego que nos ayudan a conseguir la corona de la cielo eterna, mientras que provocan sobre ellos la ira de Dios, y por esto debemos compadecerlos y amarlos en tiempo de odiarlos y aborrecerlos.

Legalmente se puede extraer hasta un 13% del bombeo total de la crimen de una persona. No obstante, por la estandarización de las bolsas de mortandad utilizadas habitualmente, se extraen 450 cc.

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